FANFIC's RK
  19. Amanecer
 
Bella POV

Salimos por la puerta del club riendo y sin atrevernos a mirar atrás. La imagen de Emmett iba a quedar grabada a fuego en mi memoria. No podía dejar de reír. Realmente había puesto todo su empeño cuando Rosalie le dio el desafío y debía decir, que por lo que había visto, Emmett había superado al pirata.

Estábamos parados frente al club cuando una fresca brisa nos dio de lleno y me di cuenta de que a pesar de que tenia la camisa de Edward, aun seguía con el traje de marinera. Salté detrás de Edward para cubrirme. El me miró por sobre su hombro y rió.

-¿Ahora repentinamente decides ser vergonzosa? No parecía importarte mucho hace cinco minutos cuando te desabrochabas el top.- le golpeé el hombro.

-Eso era para ti, no para la localidad entera de Las Vegas- Entonces caí en cuenta de que no teníamos auto, ambos habíamos tomado la limo, y no había taxis a la vista. -¿Cómo vamos a volver? No voy a entrar nuevamente al club ¡Dios sabe en qué estado estará Emmett ahora!

-Paciencia Bella. Alice, obviamente, cuido todos los detalles- Mientras se inclinó para besarme escuche a un auto detenerse cerca de nosotros.

-Buenas noches señorita Bella.- Rocco dijo haciendo una reverencia -¿Fue un éxito su noche?- Me dio un guiño.

-Por supuesto Rocco. ¡Estos chicos no tenían ni la menor oportunidad!- reí mientras subía al auto. En el asiento de la limo había una caja con una nota.

Bella,

No puedes andar por la vida viendo y oliendo como una stripper. Ponte este vestido por encima de tu traje y ve al Luxor. La llave de la habitación está en la caja. Date una ducha y quítate ese perfume. ¡Solo Edward puede dejar de respirar por tanto tiempo! Deje una bolsa en la habitación con algunas cosas que puedas necesitar, un pijama y topa para mañana. Nos veremos en el desayuno.

Operación aplasta hombres - ¡Completa! Bien hecho.

Alice y Rosalie.

Guardé la nota dentro de mi top -Lo siento Edward, no es para ti, es entre mis hermanas y yo. Quédate ahí. Necesito un momento para ser humana, por favor.- Cerré la puerta, pero aun le podía ver a través del polarizado de los vidrios, riendo. Mientras me desabotonaba su camisa, noté por primera vez que estaba con unos jeans y una musculosa blanca. Era hermoso, fatalmente hermoso. Me tomé un minuto para admirar su increíble cuerpo y luego me puse el vestido, acomodé mi cabello y le abrí la puerta -Ahora ya estoy presentable, puedes entrar.

En un instante el estaba dentro del auto y yo acomodada en su regazo. Le di la llave que estaba en la caja. -A decir verdad, antes te veías realmente sexy.- y otra vez, mis mejillas se pusieron rojas. Edward rio mientras pasaba sus dedos por ellas.

-Cambiando de tema rápidamente antes de que muera de vergüenza, Alice se ocupó de todo. Hasta nos envió en la dirección opuesta de Emmett y Rosalie, por tu salud mental, supongo.- le dije con una sonrisa.

Me sonrió y se dirigió a Rocco -Asumo que sabes dónde vamos ¿Verdad Rocco?- Sabíamos la respuesta. -Por supuesto. Disfruten del paseo.- Y con eso levantó la ventanilla que dividía la limosina, para darnos más privacidad. Edward se inclinó para besarme, mi corazón pegó un vuelco. Se sentía tan bien estar en sus brazos, no quería volver a alejarme nunca de él.

En viaje pareció haber tardado no más de treinta segundos y fue demasiado pronto. Nuevamente me acomode el pelo antes de salir del auto. Por alguna razón, Edward comenzó a reírse.

-¿Que es tan gracioso? No puedes ver el traje de marinera a través de esto ¿Verdad?- Me volví paranoica y giré sobre mi misma para estar segura de que estaba cubierta.

-No amor, tu traje está bien escondido, es solo que, bueno ¡Hueles como una stripper! Cuando entremos la gente va a voltear a verte. ¿Con que te puso el perfume Alice? ¿Con aerosol?

Le rodé mis ojos mientras entrábamos al Luxo. Me dio un beso en la mano y me guió hacia los elevadores. No podía estar enojada con él, ya había tenido bastante de mi furia esta noche. Tocó el botón del último piso. Alice...

La suite era preciosa, decorada como si fuera algún lugar del antiguo Egipto. Abrí las cortinas para ver la vista. Edward me miraba y sonreía cada vez que decía -OOHH Edward ven a ver esto...- Nunca me acostumbraría a viajar con los Cullen, nada era a medias.

Encontré la bolsa que Alice me había dicho, sobre la cama. Una ducha me vendría bien en estos momentos, podría lavar los restos de mi corta carrera como stripper y volver a ser simplemente Bella. Lista para ir al baño, tome la bolsa y me dirigí hacia allí.

Sentí dos manos frías tomarme por la cintura -¿Donde crees que vas?- susurró en mi oído.

-Voy a limpiarme. Huelo como un antro. Solo deja que me quite mi traje de marinera promiscua y daremos por finalizado el día…Eddie.- Me giró para enfrentarle y comenzó a besar mi hombro.

-¿Que tienes pensado hacer con el suvenir del club?- preguntó poniendo voz de inocente. Entrecerré mis ojos y le sonreí -Lo guardo para la luna de miel.

Le di un beso en la mejilla y corrí hacia la ducha. Había sido un largo día, y comenzaba a caerme encima. Tomé una buena ducha, enjabone cada parte de mi cuerpo por cinco minutos para quitarme el olor a tabaco y al horrendo perfume y rápidamente desenredé mi cabello.

Me acerqué a la bolsa y entonces caí en cuenta de que estaba a merced de Alice. Lo que haya empacado tendría que ponérmelo, así fuera transparente, de cuero, ajustado...mi otra única opción era el traje del club de strippers no podía imaginar que sería peor. Lentamente abrí el cierre de la bolsa y contuve la respiración.

Dentro había una simple remera y unos shorts, justo lo que hubiera escogido para usar en mi casa. Miré lo que me había empacado para la mañana, y me sorprendí gratamente. Me puse el pijama, lave mis dientes y con mi cabello aun envuelto en la toalla salí a ver a Edward. Estaba recostado en la cama, esperando a que saliera del baño.

-¡Limpia!- salté a la cama y me acerqué a él -Huéleme…- Y acerqué mi cuello hacia su rostro. Le oí inhalar profundamente y luego sentí su gélido aliento rozar mi piel. Era una sensación increíble.

-MMMM casi tan bueno como para comer.- Respondió juguetonamente. La toalla cayó de mi cabeza y cayó sobre su hombro. Edward comenzó a besar suavemente mi cuello.

-Ten cuidado vampirito. Guarda tus dientes para ti. Tenemos un trato y no vas a echarte atrás ¿Recuerdas? Solo he tachado stripper de la lista de 'experiencias humanas' aún quedan unas GRANDES por realizar…- Faltaban menos de dos semanas para la boda, nuestra luna de miel y para ser convertida y ser de él para siempre. Mi corazón palpitaba anticipadamente.

-No puedo esperar para hacerte mi esposa y amarte por siempre.- Su mano estaba en mi espalda y con un rápido movimiento me acomodó sobre las almohadas, me acomodé sobre su pecho donde me acunó el resto de la noche, hasta que el sol comenzó a aparecer sobre el horizonte.

Le di un último beso y me senté. -Vamos Eddie, tenemos que encontrar a los demás para volver a casa. Si llego tarde Charlie me matara.- cuando traté de levantarme, me tomó de la mano y me tiró a la cama. Su hermoso y sonriente rostro estaba a centímetros del mío cuando me susurro -Sabes, realmente odio cuando me llamas Eddie.- el brillo de sus ojos me estaba mareando.

Me rehusé a romper el contacto visual o a pestañear. Le susurré casi sin aliento -No, no lo odias.- le di un beso en la nariz, salté de la cama y me metí al baño para cambiarme. Podía escuchar su risa mientras me iba.

 
  ¡Hoy había/n 1 visitantes (3 clics a subpáginas) en ésta página!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis