FANFIC's RK
  18. Victoria
 
Bella POV

Podía oír el principio de la canción 'When you're Gone' de Avril Lavigne antes de que el telón se levantara. Rosalie la había elegido para mi, así no podría matarme mientras bailaba. Dejé que la bailarina que llevaba dentro de mí resurgiera después de tantos años. Intenté recordar los giros que había aprendido en las clases de ballet.

El telón se levantó y respiré profundamente. Aun estaba de espaldas a ellos, no estaba lista para mirarles. Me acobardaría. Me balancé de lado a lado con el principio de la canción y bajé mis manos por los costados de mi cuerpo. Después de eso, fue puro instinto. Algo de la inspiración de Alice y de la gracia de Rosalie debió habérseme pegado este fin de semana por que fui capaz de moverme grácil mente sin caerme del escenario.

Aun no me había decidió a enfrentarles, pero era ahora o nunca. Lentamente me di vuelta, manteniendo mi mentón cerca de mi pecho, dejando que mi cabello cubriera mi rostro como un velo. Me acerqué hacia el caño que estaba en el medio del escenario y me dije a mi misma; 'Por favor, no te lastimes, solo haz lo que las chicas te enseñaron detrás de bambalinas, era fácil. Agarra el caño y gira. Sin dolor y sin sangre' Tomé el caño con mi mano izquierda, puse mi pie en la base del mismo y me dejé caer alrededor del caño.

Sorprendentemente, me encontraba donde había comenzado y sin un rasguño. Pero mientras giré mi cabello se descorrió de mi rostro, exponiéndolo. Emmett me miró. Ahogó un grito de sorpresa y sus ojos salieron de sus orbitas. Jasper tenía una enorme sonrisa, anticipándose a la reacción de Edward, pero sabía que sus ojos estaban bien cerrados. Di un giro más sobre el caño, ganando tiempo y confianza y me encaminé hacia la mesa.

Ahí estaba mi Edward. Sentado de espaldas al escenario, no queriendo ser espectador de ningún otro show. Estaba haciéndole una seña a Emmett mientras le decía algo, pero no podía oír por sobre la música. Emmett no le prestaba atención, estaba mirándome y creo que ni siquiera estaba respirando. Miré a Amber y a Bob, quienes eran las únicas dos personas que quedaban en el lugar. Ambos me sonrieron, levantaron sus pulgares y se fueron.

La idea de Alice del perfume había funcionado, ya que Edward no se había girado, a pesar de lo cerca que estaba de él. Levanté mi dedo índice y le pedí a Emmett que estuviera quieto y no dijera nada. No quería que arruinara la sorpresa. Quería ver la cara de Edward cuando lo descubriera y por lo que parecía, no estaba prestando ni la más mínima atención a lo que sucedía detrás de él.

Caminé hacia el borde del escenario, detrás de la cabeza de Edward. Me quité el sombrerito de marinera y se lo arrojé a Emmett, quien se agarró el pecho como si estuviera teniendo un paro cardiaco. Me agaché cerca del oído de Edward. -¿Vienes seguido aquí marinero?

Pude notar que había dejado de respirar antes de voltear, probablemente por el horrendo perfume que Alice me había echado, pero funcionó y me dio dos segundos para componerme mientras giraba su rostro hacia mí.

Estaba a pocos centímetros de su hermoso rostro. Cuando me vio note que parecía asustado como si tuviera frente a él un perro de tres cabezas a punto de devorarle. No se movió, ni dijo nada. Miró a Emmett y luego me miro a mí. -¿También la ves Emmett o me estoy volviendo loco?- Parecía pensar que era una alucinación.

-La veo Edward...wow ¡Si que la veo!- Dijo Emmett con un tono hipnótico en su voz.

Tenía que romper el silencio...me estaba matando. -Hola Eddie. ¿Vienes seguido por aqui?- Pregunté poniendo una dulce voz mientras daba otro giro alrededor del caño. Esta vez cuando escuchó mi voz se inclinó como si quisiera tocarme para ver si era real, aun sin creer que Emmett también me veía.

-¿Bella? ¿Qué...? ¿Cómo...? ¿Cuándo...? En el nombre de Dios ¿porque te estás desnudando?- Le tomó un minuto, pero por fin pudo encontrar su voz. Saltó de su silla y estaba a punto de subir al escenario.

-¡Quieto ahí Eddie!- le grité levantando mi mano -No te acerques un paso más o mi nuevo amigo Bob tendrá que sacarte. ¿Acaso no lees los carteles?- le dije apuntando a uno que decía 'Guarde las manos para sí mismo'.

-Si crees que un ridículo cartel va a detenerme...- gruñó, pero le interrumpí. Tenía que hacerlo, tenía que quedarse en la mesa.

Tomé mi top con ambas manos y se quedo helado en el lugar -Edward Cullen, si das un paso más juro que lo desabotono y Emmett verá mucho mas de mí de lo que te gustaría.- se adelantó un paso hacia el escenario para probarme, y sin romper contacto visual, desabroche uno de los botones.

-¡Bella! Detente. No me moveré. Lo juro...- Levantó sus manos a la altura de su cabeza.

-¡Ve a buscarla Edward! ¡No dejes que te diga lo que tienes que hacer!- Gritó Emmett, y Jasper le golpeó. A Edward no le hizo gracia y gruñó fuertemente. Jasper reía tontamente, aun sin ver la escena que sucedía frente a él.

-¡Jasper esto no es gracioso! Deja de reír- Edward comenzaba a perder el control, era tiempo de terminar todo esto.

-Entonces Eddie ¿De quién fue la idea de venir al club? Si me mientes, tendré que desabotonar el siguiente botón. Quedan tres, así que piensa bien antes de contestar. OH, y recuerda, tengo a Alice de mi lado...- Quería ver si era capaz de admitir que había convencido los otros de venir a Las Vegas, siendo que Emmett y Jasper estaban listos para abandonar el plan.

-Fue Emmett. Fue su idea desde el principio. Ni bien se fueron ustedes el salto con esa idea, rentamos un auto y nos dirigimos hacia su extravagante aventura. Entornes Alice llamó y nos amenazó. Es la verdad...lo juro.- Estaba rogándome. En vano.

Pop

-¿Bella que haces? No te he mentido.

-Si las chicas les amenazaron ¿Cómo es que están aquí? ¿De quién fue la idea de ir en contra de sus deseos? ¿Hhhmm?- Le tenía. No podía ni mirarme a la cara. Comenzó a jugar con el dobladillo de su camisa.

-Bueno, creo que fue... ¿Yo?- Dijo mirándome arrepentido, como un niño atrapado con la mano dentro del jarrón de galletas…un jarrón de galletas nudista…

-Gracias por admitirlo. Deberías disculparte con Emmett por haber mentido por él- Sabia que eso iba a matarle.

Su mandíbula se desencajó y sabiendo que no tenía otra alternativa, se enfrentó a Emmett. -Lamento haber mentido acerca de ti, Emmett. Lamento haber manchado tu nombre y tu impecable fama.- su voz estaba llena de sarcasmo.

-No hay problema Edward. Soy un hombre comprensivo. Ha, debo decirte que tu futura esposa se ve hermosa esta noche.- Emmett se había pasado de la raya. Edward estaba sobre la mesa antes de que pudiera respirar y Emmett tenía su cabeza atrapada entre sus fuertes brazos.

-Edward suéltale, ahora.- sus ojos se clavaron en mi, y yo tomé nuevamente el top, amenazando con desabotonar los botones que quedaban.

-Bien, bien ¿Que mas quieres? Admití haberles convencido de venir aquí. Creí que sería divertido, quería hacerles feliz. ¿Es tan malo eso?- Me estaba rogando, y comenzaba a funcionar y entonces me dio su encantadora sonrisa torcida. -Te ves hermosa Bella.

Comencé a sentirme mareada ¡Pelea Bella, pelea! Aclaré mi mente y desabotoné el siguiente botón del top. -¡Eso no es jugar limpio! Nada de deslumbrar cuando estás en problemas. Tengo una pregunta mas y espero que la respondas correctamente, o Emmett tendrá una visión completa.- avance dos pasos hacia él y puse mis manos en mis cadera.

-¿Quien ha ganado la batalla de los sexos este fin de semana? Como soy buena te daré una pista. Las ganadoras son también las más brillantes, ingeniosas, poderosas, tramposas, hermosas y grandiosas mujeres, a las cuales nunca deberías haber sobreestimado. ¿Sabes tú respuesta o quieres pensarla por un minuto?- sonreía de oreja a oreja. Podía escuchar la melodiosa risa de Alice detrás del telón, estaba satisfecha con mi pregunta final. Hacerle admitir a Edward la derrota era algo cruel e inusual, pero no podía detenerme. Era divertido.

Sostenía firmemente el top, en caso de que saliera con alguna artimaña vampírica, pero miro a Emmett y él se encogió de hombros y agacho su cabeza, aceptando la derrota.
Edward se giró hacia mí y respondió -Tu, Alice y Rosalie ganan- estaba tan feliz que comencé a saltar y a aplaudir. Entonces recordé que estaba a tan solo un segundo de quedarme desnuda, me detuve y comencé a abotonar el top.

Cuando le miré, Edward estaba mirándome con mi sonrisa favorita, pero también estaba agazapado, listo para saltar -¡Edward no te atrevas! Quédate ahí o le gritare a Bob y vendrá corriendo. Soy una de esas chicas que él protege, sabes...- No tuve tiempo de terminar la frase. Sentí sus frías manos agarrarme y me levantó en el aire. Cuando dejé de moverme estaba en sus brazos. Me sostenía fuertemente, entonces enlacé mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas alrededor de su cintura. Su piel se sentía tan fría en comparación a la mía y no me había dado cuenta de cuánto le había extrañado.

-Entonces... ¿Te gusta mi traje?- Aun no me había terminado de molestarle.

-Sabes que si Bella. He pensado en él desde que Alice me lo mostró.- Dijo mientras me besaba la mejilla.

-¿Te gustó mi baile?- No me lastimé nada y pude girar bien alrededor del caño- dije con orgullo.

-No, Bella me perdí la mayor parte. Estaba bastante ocupado acusando a mi hermano de ser un pervertido por tener fantasías con mi prometida.- Por primera vez desde que entré al club, me ruboricé -Quizás pueda tener una función privada más tarde, y ver lo que me he perdido…- se inclinó sobre mis labios y los rozo gentilmente con los suyos. -Seguro…- Murmuré sin siquiera pensar que era lo que me había dicho.

-Ejem- escuchamos a Alice por los parlantes aclarándose la garganta. -Aun tenemos un show más que presentar...así que sería bueno que despejen el escenario.

En un abrir y cerrar de ojos estaba abajo del escenario, sentada en la mesa, en mi lugar preferido en todo el mundo; en el regazo de Edward. Giro la silla para que así pudiéramos ver el escenario. Me incliné hacia Jasper. -Alice dice que ya está bien y que te puedes quitar las gafas- Lentamente se las quitó y me miró. Edward se había quitado su camisa y la había puesto sobre mis hombros para mantenerme abrigada y cubierta mientras me sentaba con él. Jasper me dio un beso en la mejilla -Eres la mejor Bella.

La voz de Rosalie sonó en los parlantes -Emmett, mi querido esposo, esta canción es para ti. ¡Disfrútala!

Escondí mi cara en el hombro de Edward porque me estaba riendo con todas mis fuerzas. Me tomó por la barbilla, haciendo que viera su hermoso rostro. -¡Solo mira el rostro de Emmett!

La música sonaba fuerte y rápida. No era nada parecida a la que yo había bailado. Podía sentir a Edward temblando, a causa de la risa, inmediatamente supo de que canción se trataba. Era la canción 'Tú y tu mano' de Pink. Pobre Emmett…

El telón se levantó y allí estaba Rosalie con sus largas botas rojas. Era dueña del escenario. Emmett dejó escapar un ensordecedor silbido cuando la vio, pero entonces su rostro tomó una expresión de tormento. Por un lado le fascinaba ver a Rosalie con esa ropa ¿Quién no? Hasta el ciego de Jasper podía apreciar su belleza.

Pero entonces la letra de la canción comenzó, y se dio cuenta de que canción le había dedicado. Su rostro iba contorneándose en una mueca de angustia. Y otra vez, comenzó a rogarle -Por favor...Rosie, por favor...- ella le ignoró mientras continuaba haciendo movimientos que no solo requerían fuerza de brazos, si no que una gran flexibilidad.

Detrás de ella, la pequeña Alice bailaba sonriente, con sus ojos fijos en Jasper. Luego de un minuto o dos no pudo resistir estar tan cerca de él sin estar a su lado, y volvo hacia sus brazos. Rosalie avanzó hacia Emmett y puso voz seria, demostrando autoridad.

-Emmett Cullen, estas en grandes problemas. Como te atreviste a venir aquí, cuando específicamente te dije que no lo hicieras. Espero que hayas escuchado bien cuando te advertí de las consecuencias. Si te las perdiste, solo escucha la canción, seguramente harán que te vuelva la memoria.- Con unos gráciles pasos volvió hacia el caño y dio otra vuelta.

Emmett saltó de su silla -Rose, cariño, ¿Que hago para compensarte?...por favor Rosalie... ¡Haré lo que sea!- Ni bien las palabras abandonaron su boca, me di cuenta de que quería reiterar lo dicho, pero era tarde. Rosalie sonrió maliciosamente y le movió su dedo índice, en una seña de que subiera al escenario.

Creyendo que todo estaba perdonado, corrió hacia el escenario y trato de darle un enorme beso. Pero Rosalie fue más rápida. Puso su mano sobre su boca antes de que tocara sus labios. -Sigue soñando Emmett...pero podrías mejorar las cosas si...no lo se... ¡Desnúdate! Aquí. Ahora.

-Ha ha Rosalie, nadie quiere verme…- Sus palabras fueron cortadas por una demandante audiencia.

-¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!- Gritamos los cuatro parados alrededor de la mesa.

Emmett rodó sus ojos. -Por favor Rosalie, no me hagas hacer esto frente a ellos. Volvamos al hotel y te hago un show privado.- Intentó ser tierno, pero Rosalie sacudió su cabeza.

-Yo no quiero ver que te desnudes para mi entretenimiento. Mi meta es hacer pasar vergüenza frente a tus hermanos. Y que hagas un striptease me parece una idea perfecta. Quítate todo Emmett, o acostúmbrate a las duchas de agua fría cariño.- Pasó sus manos por su cuerpo para mostrarle lo que se perdía.

-OH Dios, no puedo creer que vaya a hacer esto. ¡Soy un dominado! Uno de estos días recuperaré el respeto, pero no será hasta que Rosalie me permita tenerlo de vuelta, eso es seguro.- Dio vueltas por el escenario murmurando para sí mismo. -Sabemos quien lleva los pantalones en la relación…Y las botas esas rojas altas y ajustadas. ¿Alguna chance de conservarlas, Rose?- le lanzó un guiño.

Edward me apretó contra él y me susurró al oído -Rosalie está a punto de ceder. Sabía que no podía estar enojada con él.- Me giré en su regazo para verle de frente

-Quizás le perdone, pero él va a desnudarse, de eso estoy segura. Aprendí un montón de tus hermanas estos días, mas te vale que tengas cuidado- Tomó mi rostro entre sus manos y me beso, tan largo que terminé sin aire. Edward me sonrió y acarició mi sonrosada mejilla -¡Dios, como te he extrañado!

Cuando me giré, Rosalie había llevado una silla al escenario y enfrentaba a Emmett quien se debatía si debía o no hacerlo, hasta que Rosalie se levanto de la silla y le susurró algo al oído, que le enfureció.

Tenía una expresión bastante seria y comenzó a moverse, bastante bien. Lentamente desabotonó su camisa y la deslizó por sus brazos. Le dio a Rosalie una mirada sexy y le lanzo la prenda. Rosalie se sonrió y la tomó. Emmett dio un par de giros alrededor del caño, no tan gráciles como los de Rosalie, pero tenía habilidad. Caminó hacia Rosalie con paso firme y seguro y se arrancó la camiseta negra, dejando su pecho al descubierto. Alice comenzó a silbar, mientras que yo le aplaudía de pie. Jasper y Edward aullaban y golpeaban la mesa.

Ese movimiento fue bastante efectivo, Rosalie estaba a un segundo de cambiar su dura postura. Cuando Emmett comenzó a quitarse los pantalones tuve que mirar en otra dirección. ¡Definitivamente no necesitaba ver tanto de Emmett!

Me incliné hacia Edward -¿Quiero saber que fue lo que le susurró antes?- Edward se giró hacia mi confundido.

-Dijo que ya había tenido un excelente baile con un pirata así que le convenía empezar a moverse y hacerle olvidar de él.- lentamente comenzaba a poner las cosas en orden en su cabeza. Tomo aire para hablar y supe inmediatamente que era lo que iba a preguntarme, así que hice lo único que podía para distraerle; besarle. Largo y sin pausas. Me giré sobre su regazo y pasé mis piernas alrededor de su cadera y mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo, haciendo que su respiración se volviera agitada. Bien, estaba funcionando.

-¿Quieres irte de aquí?- susurré a su oído.

-No sabes cuánto...- respondió sin aliento.

Le sonreí a Alice y ella me guiñó un ojo. -Nos vemos en el desayuno.- Jasper aun seguía mirándole cariñosamente. Edward asintió en respuesta a alguna pregunta no dicha y nos levantamos de la mesa.

Por el costado del ojo pude ver lo que creí era el cachete izquierdo de la cola de Emmett. Tome las gafas de sol de Jasper para proteger mis ojos y salí junto con Edward.

 
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