FANFIC's RK
  14. Las chicas enloquecen
 
Bella POV

No sabía porque me sentía tan bien por haber aplastado a Edward como a un insecto, pero se sentía bien. Comenzaba a saber lo que sentían Alice y Rosalie cuando se metían con sus esposos. Era excitante. Me sentía poderosa. Los chicos siempre nos sobreestimaban, pero no más, y especialmente no a mí. No hasta que la persecución por Las Vegas terminase y nos consagrásemos ganadoras.

Las luces se apagaron y el camarero nos trajo tres enormes margaritas. Rosalie tomó el de ella e hizo otro brindis.

-Por Bella, una autentica Cullen a pesar de todo.- Chocamos los vasos y tomé un gran trago. La música comenzó a escucharse y el escenario se cubrió de humo.

Una voz sonó en el sistema de parlantes -¿Están listas?- la multitud aplaudió -No las escucho… ¿Están listas para el trueno?- Rosalie silbó fuertemente.

De repente, en el escenario, había 16 hombres uno más apuesto que el otro. Todos tenían un cuerpo escultural, cualquier hombre moriría por tener el cuerpo así. Sus cuerpos brillaban a causa del aceite y tenían sus cabellos peinados con gel o atados en una cola de caballo.

Me giré hacia Alice. -Todos son perfectos... ¿Acaso son vampiros?- sabía que era un pregunta tonta, pero tenía que sacarme la mínima duda.

Alice y Rosalie se rieron. -No Bella.- Me contestó Alice con una sonrisa. -Solo son hombres ¡hombres demasiado apuestos!- ¡wow! Comenzaba a sentirme un poco acalorada.

Volví mi vista hacia el escenario. Los strippers se habían ido unos segundos para cambiarse y cuando pasaron por nuestra mesa, uno de ellos me guiñó un ojo. Mi rostro se volvió rojo, y más aun cuando unos me dijeron -Hola Bella. Te ves hermosa.- ¿Realmente me estaban hablando a mi?

Me quedé boquiabierta y me giré hacia las dos chicas que estaban a mi lado muriéndose de la risa. Por suerte para ellas los vampiros no necesitaban respirar, si no se habrían desmayado. -Alice... ¿Que es lo que hiciste?- sin detener su risa, Alice señaló al escenario.

La canción 'Olvidate del caballo, monta un vaquero' de Big and Rich comenzó a sonar. Tres hombres salieron al escenario con pantalones de montar, sus torsos desnudos, botas y sombreros de vaqueros. Inmediatamente reconocí a Matthew, el chico que nos escoltó hasta la entrada del show, entre uno de ellos. Rosalie estaba de pie bailando al ritmo de la música y Matthew vino hacia nuestra mesa para bailar con ella. Rose tomó un billete de su cartera y se lo dio. Él le dio un beso en la mejilla y sin perderse de la rutina estiró su brazo y tomó mi mano.

Antes de que tuviera tiempo de respirar fui llevada arriba del escenario con Matthew ¡El cowboy stripper! Me tomó en sus brazos y dio unas cuentas vueltas en la parte de la canción que decía 'Olvídate del caballo, monta un vaquero' por una razón que no comprendí me subí a su espalda y comencé a agitar mi mano como si estuviera revoleando un lazo invisible. Alice estaba aplaudiendo desde su lugar y Rosalie estaba partiéndose de la risa. Matthew gentilmente me dejó en el suelo, me dio un guiño y bajé volando del escenario.

Alice se inclinó hacia mí. -¡Olvidémonos del Vodka, voy a decirle a Edward que te vuelves más loca cuando bebes esto!

Edward. Oh iba a matarme después de esto. Esta era una de las tantas ocasiones en que me alegraba que no pudiera leer mi mente, estaba segura de que esta noche aun no había terminado.

Siguieron dos actos mas, Rosalie y Alice despilfarraron los cincuentas que habían ganado antes. Estábamos más que contentas de pagar la atención a nuestra mesa. Alice se veía tan pequeña cuando venían a bailar con ella. Les gustaba porque era livianita y ella se divertía enredando sus dedos entre los cabellos de los strippers.

Rosalie hacia buen uso de su fabuloso cuerpo y bailaba al ritmo de los hombres y la música. Se iba a gastar esos cincuentas en un santiamén. Después de mi episodio de montar al vaquero, traté de mantener un perfil bajo y disfrutar de lo que sucedía a mi alrededor, pero cuando podía sentirme cómoda, Rosalie me mandaba a algún musculoso a bailar frente a mí. En un momento era demasiado, tenía a tres hombres bailando alrededor mío. Mi cabeza daba vueltas y me recordaba a cada minuto de respirar.

Se tomaron una pausa y aproveché para tomarme mi bebida. Hacía demasiado calor y estaba muerta de la sed. Las Margaritas estaban riquísimas, demasiado ricas. Comencé a sentir tonta y embriagada otra vez, Le grité a Alice; -¿Qué es lo que el pobre de Eddie está haciendo?- Ella me sonrió con una malévola sonrisa.

-Bueno, después de tu llamadita casi viene hacia aquí a romper todo con tal de proteger tu honor. También considero matarnos a Rosalie y a mi- Uh Oh -¡No vas a creerte esto!- Se aseguró de que Rosalie estuviera escuchando -Cree que lo inventaste…cree que inventaste todo la historia de los strippers para molestarle otra vez. Su cerebro se rehusaba a pensar que estarías aquí.- Rosalie resopló. -Aun así, siguen con el plan de ir al club nudista mas tarde. Pero no hay problema, se a cual irán.- Todas intercambiamos una sonrisa.

-¿Están pensando lo que yo?- pregunté. Ambas esperaron a que yo hablase primero -Vamos a ir a ese club ¿Verdad?- No sé que me hizo decir aquello. Oh bien, si lo sabía; las margaritas y la cafeína estaban hablando por mí pero sería perfecto. No se lo esperarían jamás y ganaríamos.

Alice me abrazó primero -¡Bella, eres una genio, una malvada genio! Gracias a dios que Edward no te mató en la clase de biología. Esto será divertidísimo. Tenemos tiempo de sobra para disfrutar el resto del show y llegar a ese club.- Sacó su celular e hizo un par de llamadas.

Rosalie pasó su brazo por mi hombro. -Bella, me inclino ante tu astucia. Tan demoníaca, tan vengativa, tan tramposa. ¿Estás segura de que no estamos emparentadas de alguna forma?- lancé mis brazos hacia ella y me reía mientras le abrazaba.

-Rose ¿Qué crees que le hizo Emmett a aquella mujer para que le pegara?- pregunté. Rosalie miró a Alice en busca de una pista. -No tengo idea, estaba tan concentrada en mantener a Edward lejos de mis pensamientos que no estaba prestando atención a Emmett. Seguro se le fue la mano con su bocota- Rosalie suspiró.

-A veces se pone bastante denso, las posibilidades de lo que ocurrió son infinitas. Quizás le pidió que le lustrara su ejem…'mástil' o algo por el estilo. Suele ponerse en el papel de pirata cuando estamos aquí…y Edward suele darle pie a que haga esas cosas, así que el también tiene la culpa.

Justo entonces las luces se apagaron y en el escenario apareció un hombre vestido con pocas prendas de pirata. -Ahoy amigos.- nos quedamos heladas. No podía ser, no había forma de que fuera Emmett. Alice lo habría visto venir. Las luces del escenario se encendieron y tuvimos la certeza de que no era él. No había forma de que Emmett fuera tan atractivo.

Un hombre disfrazado al mejor estilo Jack Sparrow de Piratas del Caribe estaba en el escenario. Su camisa estaba abierta, dejando a la vista un escultural pecho y unos perfecto abdominales. Comenzamos a reírnos histéricamente.

Rosalie se quedó pensativa unos instantes. -Si Emmett se viera tan bien con un disfraz así...dejaría de sentirme molesta por ese fetiche con los piratas… ¡wow!- Los billetes de cincuenta salían de la cartera acorde los piratas de los siete mares iban paseándose por nuestra mesa.

Unas canciones más pasaron y me dolía el rostro de tanto reírme. Estaba contenta de que me hubiesen llevado allí; era la cosa más absurda que jamás había hecho, lo recordaría por siempre. Era justamente una de esas experiencias que Edward quería que viviera como humana…aunque quizás esta era justamente una que desearía que hubiera omitido. En fin. Lo hecho, hecho esta. Era momento de concentrar nuestras energías en una misión aun más grande.

-¿Te has divertido Bella? Parecía que te divertías...especialmente cuando montaste al vaquero.- Tenia que admitir que ese fue el pico de diversión de la noche. Nos dirigimos hacia el hall.

-Tuve la mejor noche de mi vida, gracias a las dos, por todo. ¡Este fue el mejor fin de semana de chicas!- Sabía que tenía que disfrutar, porque sería difícil que Edward volviera a perderme de vista tan fácilmente cuando todos los detalles salieran a la vista.

Caminamos hacia el lobby y vimos a Rocco -¿Disfrutaron del Show?

-¡No tienes idea Rocco!- Dijo Rosalie subiéndose a la limo. -¿Están listas para la próxima parada, Alice?

-Vámonos Rocco. Chicos, cuídense... ¡por que ahí vamos!- Y pusimos nuestras mentes al servicio de alguna estrategia de juego. Los chicos no se lo esperarían…

 
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