Edward POV
Llegamos a salvo a la zona de ESPN y no habíamos tenido señal de las chicas. Por supuesto eso no evitó que Emmett consiguiera gafas de sol para los tres, a modo de disfraz, supongo. Como si eso nos hiciera invisibles a los ojos de las chicas. Sin ganas de agitar las cosas, me las puse como el pidió mientras entrábamos. Por alguna razón, mientras intentábamos pasar desapercibidos con los lentes, Emmett saludaba a toda persona con la que se cruzaba.
-Hola...señoritas... ¿Qué tal?- Las palabras salían disparadas de su boca. Miré a Jasper y él le envió unas ondas para que se tranquilizase.
Pasamos por las casillas de apuestas y Jasper se detuvo a jugar. Jasper adoraba apostar, y adoraba ganar. Algo que era más fácil si estabas casado con una psíquica, de todas formas Jasper creía que era él el de la suerte. Alice hacia un buen trabajo al 'aconsejarle' que apuestas hacer, sin darse cuenta de que Alice las veía antes. Eso le daba un falso sentimiento de auto confianza para las apuestas. No estaba seguro de cómo le iría por sí mismo, pero estaba a punto de descubrirlo ya que había llegado con un talón de apuestas a caballos de carreras.
-Agarremos una mesa antes de que la carrera comience- comenzó a buscar una mesa de su agrado. Al entrar la recepcionista se nos acercó.
-¿Cuántos son hoy, caballeros?
-Tres. ¿Podemos ir a aquella mesa que está cerca de la ventana? Quiero estar cerca de la TV- Jasper utilizo su mejor sonrisa. La recepcionista parpadeó unos instantes y nos dirigió hacia la mesa. -Enseguida envió a alguien para que les atiendan.
Luego de acomodarnos en la mesa, decidí que era tiempo de quitarme las gafas. -¿Edward, que haces? ¿Quieres que nos descubran?- se agachó en la silla, para que nadie pudiera verle.
-Emmett, de todos los lugares que hay en Las Vegas ¿Crees que Rosalie y Alice estarán en un bar deportivo? Dudo que sepan de su existencia. Además, sigo teniendo flashes de ellas paseándose por Prada y Gucci en busca de zapatos para Rosalie. ¿Podemos dejarnos de disfraces? Juro que te diré si se aparecen en el bar ¿Ok?
-Bien, no más gafas. Pero ténganlas a mano solo por si acaso. No confío en Alice. Edward deberías estar un poco más preocupado, creo que Bella se ha pasado para el lado oscuro…- Lo dijo tan dramáticamente, a veces Emmett llegaba a ser bastante pesado.
Se nos acerco una joven que vestía un ajustado yérsey de fútbol y unos mini shorts. -¿Puedo ofrecerles algo para beber?-
Emmett contestó primero -Cerveza, por favor.
-¿Cuántas? ¿Tres?- preguntó la mesera.
-No, solo una.- le sonrió. Rodé mis ojos, esta sería una entretenida noche. Era mi turno de pedir.
-Para mi Gin Tonic con una rodaja de lima, por favor.
-Yo quiero un daiquiri de banana con una sombrillita, si tienen.- trago de mujeres. Porque Jasper insistía en beber siempre eso, no lo sabía. Eran demasiado dulces, y siempre venían dentro de cocos o piñas. Parecía una anciana de ochenta años en un exótico crucero por el Caribe, pero en fin, era su elección.
-Jasper parece que la carrera va a empezar.- Vi los caballos entrar al campo para la primera carrera -¿A cuales le apostaste?- Quería ver cuán mal le iba a ir.
-Numero 4, es 'mi pequeño pony'...me pareció tierno, ya saben, como los juguetes de las niñas, así que lo elegí- Le miré confundido.
-¿Los escogiste por el nombre?- Rió Emmett. -¿Como ha terminado en las últimas carreras? ¿Cuántas carreras perdió? ¿Cuáles son las desventajas? ¿De qué se alimenta?- Le miró por unos minutos y sacudió su cabeza. -Vas a perder esta vez, Jazz. ¿Así eliges a cual apostar? ¿Por el nombre?
La mesera regresó con mi trago, la cerveza y un gran vaso con el daiquiri de banana, con una sombrillita y flores arriba.
Los caballos estaban en las puertas y Emmett estaba considerando apostar junto con Jasper pero seguía diciéndose a si mismo que no debía apostar.
-Dale una oportunidad, Emmett. Si ganas, Jasper se toma un trago, si él gana…te toca a ti.- creí que era una buena sugerencia, o obligaba a Jasper a pedir más tragos masculinos, o Emmett perdería y se emborracharía, lo cual sería muy divertido. De todas formas, yo ganaba, así que seguí picándole -A menos que le temas a 'Mi pequeño pony'…
-Bien Jasper, te apuesto un trago a que mi pequeño pony no termina entre los cinco primeros. El perdedor toma. ¿Qué dices?- Extendió su mano hacia Jasper. Ni bien la carrera empezó, Jasper le dio la mano. El juego había empezado.
Jasper nerviosamente vació su daiquiri mientras los caballos corrían. Mi pequeño pony iba en séptimo lugar, pero iba avanzando. -Vamos pequeño pony, corre, corre, corre pequeño pony.- Gritaba Jasper en el bar. Todas las cabezas se giraron hacia él, como si acabase de escapar de un hospital psiquiátrico.
Emmett comenzó a gritarle al séptimo caballo- Vamos… ¡no dejes que mi pequeño pony te gane! ¡Vamos!- antes de que tuviera la oportunidad de avergonzarse en público por mucho más tiempo, la carrera había terminado. Y mi pequeño Pony había terminado en tercer lugar.
Jasper alzó sus puños en señal de victoria, y Emmett dio un sorbo a su cerveza. -Estúpido pony...- Alcé mi mano para llamar a la mesera y ayudarle a saldar la apuesta.
-Queremos un trago- me giré hacia Emmett -Elige tu veneno…- El ni siquiera miro a la mesera -Vodka- La camarera nos sonrió y tiempo record volvía a la mesa con el trago. -Que lo disfrute- le guiñó un ojo a Emmett. -¿Le traigo otro Gin Tonic?- No me había dado cuenta de que me lo había acabado. Después del día que había pasado, estaba necesitando un buen trago. -Si, por qué no.
Emmett estaba tan enfadado que no había notado que la mesera le estaba coqueteando. Tomó el vodka sin pensárselo y se cruzó de brazo -¿Quién sigue? ¿Las chicas súper poderosas o algo por el estilo?
-Si quieres saber elegí a 'Mi chica Alice' para que gane. ¿Te sientes valiente? ¿Quieres apostar en contra de Alice, Emmett?- intentaba molestarle, lo cual no era difícil teniendo un vodka y una cerveza en su estomago.
-Apuesto a que no llega al segundo lugar.- Esta vez hizo una apuesta más segura.
-¿Que apuestas esta vez genio?- pregunté. No sería un trago, aun tenia media cerveza. Lo pensó varias veces.
-¡Ha-Ha! El perdedor será la muñequita barbie de Alice por 24 horas. ¿Trato?- Eso era mejor que un trago, pero peor en otras formas. Jasper consideró la oferta y la aceptó. Pensaba que Alice tendría piedad si el perdía, y seria aun peor con Emmett cuando supiera que apostó en contra de su nombre.
Pasaron pocos minutos de la carrera y Emmett echaba llamas, Alice había conseguido ocupar el segundo lugar, Jasper había perdido la carrera, pero le había ganado a Emmett. Nada mal.
No podía recordar cuando había sido la última vez que había reído tanto. Estaba disfrutando de esta aventura con mis hermanos, iba a casarme con la mujer de mis sueños en pocos días. ¿Qué mas tenia este día para ofrecer?
Los dos seguían apostando, Jasper perdió y tuvo que tomarse otro daiquiri sin detenerse, lo cual le dio un terrible dolor de cabeza. Cuando Jasper se recuperó, le envió ondas de pánico a Emmett gritando -¡OH dios es Rosalie! Escóndete Emmett- Noche dura para Emmett, una cerveza, un vodka y un ataque emocional. Saltó debajo de la mesa y se puso sus anteojos. -¡Cúbranse! El enemigo ha sido visto...sálvese quien pueda- Sentía que me partiría en dos de la risa.
Aun quedaban dos carreras más en las que Jasper había apostado. Para esos momentos Emmett tenía encima dos cervezas y un vodka, yo había bebido tres Gin Tonics, y Jasper dos daiquiris de banana, así que no estábamos en nuestro mejor estado. -¿Cuál escogiste esta vez, Jazz?- pregunté por Emmett, quien aun estaba pensando en cuál sería su próxima apuesta. Quería algo grande, pero aun no se decidía.
-Le aposté a 'Yendo a la Capilla' por Edward y Bella, sabes. Aposté a que ganaría- me sentía conmovido, así que comencé a reír sin siquiera saber por qué.
-Bien, ya que el caballo fue escogido en mi honor, doy las pautas para el perdedor ¿De acuerdo? ¿Emmett cuál es tu apuesta?- él lo pensó largo y tendido.
-Apuesto a que no será mejor que tercero.- dijo bastante seguro. Yo haría lo mismo, las apuestas a ese caballo eran 85 a 1.
-¿Jasper aceptas la apuesta?- Estaba tratando de intimidar a Emmett, mirándolo fijamente. -Absolutamente- contestó.
-El perdedor tiene que ir hacia la mujer de vestido violeta ¿La ven?- La mujer estaba sentada cerca de nosotros, junto con dos amigas. Había estado mirando a Jasper toda la noche, así que me pareció una buena idea si el llegaba a perder. -Quiero que la inviten a nuestra mesa e intenten ligársela.- Emmett rió.
-¡Eso no es tan malo! Soy excelente con las mujeres. Muero por ver a Jazzy dando su mejor golpe. ¡OH espero ganar esta vez!- Estaba saltando en su asiento.
Una parte de mi se sentía mal por usar a la pobre mujer, aunque se la había pasando teniendo pensamientos bastante picantes sobre Jasper, así que sería gracioso ver que sucedía si el perdía. Y no podía pensar en lo graciosa que sería su expresión cuando ella aceptase su invitación.
Todos los ojos estaban fijos en el plasma. Los caballos habían salido de las puertas y 'Yendo a la capilla' estaba en la mitad. Lenta y firmemente se posicionó en el cuarto lugar. Dieron la vuelta al circuito y alcanzo el tercer lugar, pero tenía a otro caballo pisándole los talones. Emmett gritaba. Jasper gritaba y yo reía. Se venían los últimos diez metros...
-¡Ganó! ¡Ganó! ¡Yendo a la Capilla ganó!- Jasper saltó de su silla y saltaba mientras gritaba como loco. Todo el bar le aplaudió ya que estaba llenando el lugar con sus emociones de alegría. Ni Emmett podía estar enfadado con él.
Miré a Emmett -Es hora de pagar la apuesta, buena suerte.- Jasper estaba en silencio. Le envió una sensación de miedo, solo para molestarle. Emmett le pateó por debajo de la mesa y se dirigió hacia la mujer de púrpura.
-Disculpe, hola. Mi nombres es Emmett ¿Y el tuyo?- ella le sonrió.
-Josie- una de sus amigas rió y comenzó a desear que terminara la noche en una cita triple. Aparentemente también pensaba que Jasper era sexy. Me preguntaba si necesitaban ir al oculista.
-Josie, estamos celebrando la despedida de solteros de mi hermano Edward. Saluda a las chicas Edward- Lo mataría..
-Hola señoritas- se volvió a concentrar en su apuesta
-Josie ¿Quieres unírtenos por unos minutos?- dijo corriendo la silla que estaba libre en nuestra mesa.
La mujer estaba nerviosa por acompañarnos a la mesa. Realmente le gustaba Jasper, pero de alguna forma sabía que tenía más chances con Emmett, pero quizás al final podría terminar con Jasper. Tuve que concentrarme en no escuchar sus pensamientos, ya que se había vuelto bastante obsceno, y con tanto Gin en mi sistema, no podía dejar de reír.
Lo siguiente fue bastante inusual. -Aquí vamos...un levante en vano- pensó Emmett, luego se inclinó hacia ella y dijo; -Entonces preciosa ¿Puedo llevarte a tu casa y chuparte los dedos?- Gin salió volando de mi boca y me reía descontroladamente. Jasper se lo perdió, ya que estaba más concentrado en contar su ganancia. Josie se quedó helada por un minuto y luego golpeó a Emmett en su rostro.
-¡Eres un asqueroso cerdo! ¿Estas...- Y un rió de insultos salieron de su boca, cuando de repente le escuché.
Edward...mira hacia afuera.
Mi cabeza se giro rápidamente al oír a Alice. Jasper y Emmett pudieron sentir a Alice y a Rosalie también, ya que estábamos pegados a la ventana. Las tres estaban asomadas por el tragaluz de la limosina.
Bella me lanzó una hermosa sonrisa y me saludó rápidamente. Se veía espectacular con ese vestido negro. ¡Como la extrañaba!
Rosalie obviamente había visto a Emmett recibir el golpe ya que le lanzaba una mirada asesina. Emmett comenzó a gritar y a agitar sus manos nerviosamente. -No, no Rose. No, no hice nada...- estaba desesperado.
Jasper estaba aliviado de ver que Alice le sonreía. Ella dulcemente le sopló un beso y él le grito que iba ganando. Antes de que pudiéramos movernos, la limosina desapareció de nuestra vista a toda marcha.
Jasper estaba feliz de que Alice no estuviera enfadada con él. Emmett seguía gritándome por lo de Josie, por lo que sería recordado como 'Emmett el chupador de dedos' en las anécdotas familiares. Rosalie evidentemente estaba enfurecida con él. Y Bella, mi dulce Bella, se veía hermosa y sana, tal como había esperado verla. Quería verla. Quizás podía encontrarla si no habían ido demasiado lejos.
Si piensas en seguirnos, Edward Cullen ¡te mato! Ustedes vallan por su lado, y nosotras por el nuestro. Si arruinan nuestra noche, deberán rendirle cuentas al diablo mismo. Nos veremos mañana en casa. Bella estará bien. Ella te ama
Alice siempre estaba un paso adelante. -Vámonos de aquí. Estoy cansado de escucharla maldecir- Dije en voz baja, aun escuchando a la furiosa de Josie, la cual se aseguro de dejar a Emmett como un pervertido frente a todo el bar. Jasper había ganado $8,500 y aparentemente había apostado $100 a 'Yendo a la Capilla'. Mientras caminábamos, planeamos el resto de la noche.
-Volvamos al hotel. Nos cambiamos rápida y apropiadamente antes de ir al club de strippers- Emmett sonreía de oreja a oreja, sabía que estaba preocupado por Rosalie, pero no iba a dejar que eso arruinase nuestra aventura.
-¿Que tenemos que ponernos para ir allí? ¿Hay alguna clase de requisito sobre la vestimenta? Cualquier cosa que nos pongamos se arruinará con el olor a tabaco…- Lanzó Jasper ante la mera idea de arreglarse para ir allí. Seguramente estaba extrañando que Alice le ayudase con esto.
-No sé que pienses, pero ahora mismo no nos vemos demasiado bien, parecemos tres hombres que pasaron la tarde bebiendo en un bar deportivo y...preguntándole a las chicas si podemos chupar sus dedos.- Ni bien lo dije, Emmett comenzó a reírse.
-No sé que me paso. Fue lo primero que me vino a la mente. Si Rosalie hubiese sabido lo que dije...espero que Alice no haya visto o comentado nada al respecto...- pensó y luego se encogió de hombros -¿Qué puedo hacer ahora? ¡Nada! Así que creo que iré al club a animarme a mí mismo.
Repentinamente mi teléfono sonó. Eso no era nunca una buena señal. Era el teléfono de Alice. Emmett y Jasper se quedaron helados mientras respondía.
-¿Hola?
-Hola Eddie.
-¿Bella? ¿Estuviste bebiendo otra vez?- Bella comenzó a reír.
-Si Eddie, soy humana, tengo que beber constantemente para mantenerme viva. Estoy tomando un delicioso té helado. Creo que lo trajeron especialmente de Long Island, al menos eso es lo que insiste en decir el barman. Oohh ¿Sabes que es lo que me enseñó a hacer Rosalie? Me enseñó a hacer algo…no sé cómo se llama, pero me senté de una forma específica mientras hablaba con el barman. Se llama Paolo y es jugador de fútbol de Brasil. Debe hacer bastante ejercicio para mantener ese cuerpazo.
Traté de poner todo en su lugar. Bella estaba borracha, esta vez con Long Islands y estaba coqueteando con un jugador de fútbol brasilero con un fabuloso cuerpo. ¿Me perdí de algo? ¿Trataba de matarme ahora mismo?
-¿Se están divirtiendo? ¿Qué tienen planeado para la noche? ¿Algo especial?- Ella sabía.
-Alice y Rosalie nos descubrieron. ¿Qué debo hacer?- le susurré a Emmett y a Jasper en busca de ayuda. -¡Miente!- dijeron sin dudar.
-Umm…Emmett se encarga de lo que haremos a la noche, así que no sé, no quiso decirme…iré donde me lleve.- Era un pésimo mentiroso. Bella no caería. Emmett me rodó sus ojos ante mi patético intento.
-OH Emmett se encarga y tu solo le dejas hacer lo que él quiere… ¿Eso no te importa?- Me estaba probando. Había descubierto mi mentira.
-Si…algo por el estilo.- ¿Cómo podía seguir con todo esto ahora? Mañana estaría furiosa conmigo ¿Cómo podía mirar a sus hermosos ojos sabiendo que le había mentido por una estupidez? No tenia por que ir al club de nudistas, sinceramente prefería pasar la noche con ella. Se veía tan hermosa en la limo. Estaba listo, tenía que decirle la verdad. -Bella...- pero antes de decirle nada, ella hablo primero.
-Ok, diviértanse, cuídense, y no hagan nada que yo no haría. Tengo que colgar Eddie, los strippers están subiendo al escenario. ¡Te amo!
No recuerdo con claridad que fue lo que sucedió después. Un grave rugido escapó de mi pecho. Emmett y Jasper me detuvieron antes de que saliera corriendo. Recuerdo vagamente haberle gritado a mis hermanos miles de cosas poco amables sobre sus esposas. ¿Dónde podrían estar? ¿Dónde había strippers masculinos? Me di vuelta frenéticamente buscando en los anuncios de los luminosos carteles. Directo a mis ojos había un enorme cartel del hotel Excalibur. 'The Thunder From Down Under' Señalé al cartel y les grité a Emmett y a Jasper.
-¡Ahí están! Ahí es donde sus sádicas esposas se llevaron a Bella. ¡Ahora mismos vamos a buscarla!
-Edward ¿Estás seguro de que están allí? ¿Las viste o solo porque lo dijo Bella? O sea, Rosalie es del tipo de chica que mueren por ver strippers, tiene cierta fascinación por los hombres aceitados ¿Pero Bella?- Emmett no estaba ayudando en nada... -Recuerda Edward, las chicas ya la usaron una vez para molestarte. ¿Qué te hace creer que esta vez no es lo mismo? Están tratando de mantenernos ocupados- Añadió Jasper.
Lo pensé, largo y tendido. Bueno, como mi estado me lo permitía, considerando que estaba borracho en Las Vegas. Bella nunca iría a un show de esos. No resistiría ni cinco minutos sin ruborizarse hasta entrar en coma. Alice y Rosalie eran tramposas. Probablemente querían que reaccionara de esta forma, así haría un escándalo en el show, deteniéndolo en busca de una Bella que no estaba. Haría el ridículo en medio de hombres llenos de aceite y entangados. Era una trampa, tenía que serlo. Era lo único que tenía sentido. Ella nunca...estaba mintiendo...tenía que ser eso.
-Creo que tienen razón. Están mintiendo. Bella nunca entraría a un lugar así…simplemente no lo haría.
¡Bella realmente se la está pasando bien en el escenario! Wow, como monta a ese vaquero...estoy impresionada...
Alice otra vez. ¿Acaso no planeaba detenerse? ¿Cuán idiota se pensaba que era? No había forma de que Bella estuviera en un escenario con un cowboy semidesnudo. Me reí ante aquella imposible idea. Sabía que Alice solo intentaba poner esas ridículas imágenes en mi cabeza solo para molestarme y provocarme para hacer alguna idiotez. Buen intento Alice.
Le lancé un brazo a Jasper y a Emmett. -Gracias por haber evitado que hiciera el ridículo. Vallamos al hotel a cambiarnos.- cualquier preocupación que hubiese tenido hasta el momento, había desaparecido.
Las chicas no estaban jugando limpio. No habíamos interferido con ninguno de sus planes, y aun así ellas se empeñaban en arruinar los nuestros.
Pero no más.