Algunas cosas tuve que imponerme e impedirlas; como hacernos el mismo tatuaje, o piercing, tomarnos fotografías en Hooters y tomar una foto de Jasper en la puerta de algún horrible burdel, solo para ver la expresión de Alice. Al mencionar eso, Jasper intentó salir de un salto del auto, afortunadamente sabia que actuaría así y puse el cerrojo a las puertas para que no escapase.

Otra de sus ideas que fue hecha trizas, y no por mí si no por el día soleado, era la de hacer una especie de tour por las piscinas donde la mayoría de las mujeres suelen hacer topless.

Ya que el sol relucía en lo alto del cielo, había tenido la idea de alquilar habitaciones en todos los hoteles donde la ventana diera justamente a esas piscinas. Por suerte, cuando le dije que eso nos tomaría demasiado tiempo desistió de la idea. De todas formas estaba empeñado en ir a un club de Strippers, esa parte del plan era fija.

Por otro lado podía ver la mente de Jasper. El planeaba taparse los ojos todo el tiempo que estuviésemos en el club nudista. Mientras que Emmett planeaba arreglar que un par de chicas le hicieran un baile en privado. Eso era algo en lo que debía estar atento. Probablemente era de lo que Alice me había advertido, pero aun no podía estar seguro.

-Es una pregunta estúpida, Emmett pero ¿Donde nos vamos a hospedar?- Una simple pregunta, que requería una simple respuesta pero con Emmett en Las Vegas nada era simple.

Comenzó a cantar con todas sus fuerzas;

Saqueamos, robamos, sin nada importar
Todos brindando yo-ho
Yo-ho, yo-ho pirata siempre ser.

Hurtos, estafas, toma lo que hay
Todos brindando yo-ho
Yo-ho, yo-ho pirata siempre ser.

Y somos tan malos como un huracán
Todos brindando yo-ho
Yo-ho, yo-ho pirata siempre ser.

No había escape, estaba empeñado en cantar toda la canción. Lo único que tendría que haber respondido era 'a la Isla del Tesoro, Edward, donde siempre nos hospedamos' pero no Emmett.
Tenía preparada una rutina con movimientos de manos y tonos de voz. Se veía algo así como el musical de La Isla del Tesoro en el auto. Ninguno de nosotros iría jamás al parque de diversiones de Disney y mucho menos al escenario de Piratas del Caribe, haría el ridículo.

Las ventanas temblaban por el tono y la fuerza de su voz y aun faltaban dos versos más, pero no podría soportarlos. Pasé rápidamente las tres filas de autos y me aparqué a un lado de la autopista.

-Emmett Cullen ¿Podrías dejar de comportarte como un niño de 7 años que va camino a Disney e intentar parecer un hombre? Ya lo entendimos; te gustan los piratas, amas a los piratas, amas jugar a los piratas tanto ahora como hace tres años cuando entramos a la sala mientras Rosalie y tú jugaban a el pirata y la doncella. Créeme, la frase 'botín del pirata' ha perdido su real significado para nosotros. Por favor, tranquilízate.- y por primera vez en varias horas oí a Jasper reírse con todas sus fuerzas.

-Bien señor alérgico a los piratas podemos hospedarnos en otra parte aburrida como Bellagio o Caesars Palace donde todos son educados y tranquilitos. Como quieras…- Se sentía herido, así que accedí.

-No, Emmett es tu plan ¡así que iremos la Isla del Tesoro!- doblé hacia la avenida principal de Las Vegas.

La gente se amontonaba en las calles. Era una fabulosa ciudad, parecía que no había diferencia entre el día y la noche, así que era perfecta para los vampiros. Cuando nos acercábamos al hotel y pudimos divisar la estructura de un barco pirata, Emmett no pudo contenerse y comenzó a tararear la canción nuevamente. Jasper había conseguido relajarse y disfrutar un poco de la diversión. Giré y entré a la zona de valet parking, la cual por suerte era cubierta y no ingresaban rayos del sol, permitiéndonos salir del auto sin problemas.

Entramos al hotel y fuimos recibidos por una vieja amiga de Emmett, Ruth. Era la única a la que llamaba cuando venía a la ciudad sin Rosalie porque sabía cuál era la habitación de su agrado, que le gustaría hacer y cómo mantenerlo ocupado.

El único problema es que encontraba bastante gracioso a Emmett así que cuando entramos vi que tenía en su mano una espada y un sombrero de pirata, así podría sentirse a tono con el hotel. En mi opinión no había nada más lamentable que un hombre adulto disfrazada en pleno día.

Ambos comenzaron a tener una conversación, utilizando expresiones de piratas, por lo cual decidí bloquear mis pensamientos de ellos dos. Jasper y yo dimos unas vueltas por la sección de suvenirs y decidí buscar algo para Bella. Lo necesitaría para recompensar este fin de semana en Las Vegas sin ella.

Me pregunté qué era lo que las chicas estarían haciendo, donde estarían y entonces fue cuando algo extraño sucedió.

Edward

Escuché mi nombre en los pensamientos de Alice. Entonces vi a Alice gritando 'cúbrete' arrojando una toalla sobre Bella y nada más. Terminó tan rápido como empezó. No sabía qué hacer y Jasper vio mi expresión y se acerco.

-¿Qué sucedió?

-Por un segundo creí haber escuchado a Alice. No fue más de unos segundos, así que no estoy seguro. Antes de que ocurriera estaba pensando en Bella. Es extraño, ella tendría que estar...- ¡Oh no! No terminé la oración en voz alta. Alice tendría que estar cerca de mí para que pudiera oír sus pensamientos. ¿Estaban en Las Vegas? ¿Estaban en el hotel esperándonos o estaban de camino hacia aquí? olía a problemas.

Jasper se sentó en una esquina -Vienen por nosotros Edward, lo presiento, viene hacia aquí. No estamos a salvo en este hotel. ¡Maldito Emmett y su estúpido amor por las mujeres y los piratas!- Saben exactamente dónde estamos y como encontrarnos. ¿Qué hacemos?

Después de todo lo que habíamos pasado para llegar hasta aquí no iba a rendirme tan fácilmente.

-Levántate Jasper. Tenemos que encontrar a Emmett- Pegó un salto y volvimos al Lobby del hotel. Emmett no estaba por ningún lado. Uno de los maleteros nos vio frenéticamente buscando y nos preguntó.

-¿Buscan al hombre grandote disfrazado de pirata que cantaba 'Pirata siempre ser'?

-Desafortunadamente. Si.- Respondió Jasper secamente.

-Se dirigió al buffet con la doncella Ruth.- Dijo riéndose.

¿Al buffet? ¿Qué diablos iba a hacer Emmett en un buffet? Seguimos las señales que indicaban donde estaba el buffet y nuestras preguntas fueron inmediatamente contestadas. El y Ruth iban de mesa en mesa hablándole a la gente como si fuera un verdadero pirata. Nos vio allí parados y se nos acerco. -¡Ahoy amigos!- gritó.

-Las chicas vienen a Las Vegas, Emmett. Lo acabo de oír de Alice- Dije tranquilamente para que solo él pudiera oír. -Quítate ese disfraz, tenemos que irnos de aquí- Se veía tan estúpido con ese sombrero. ¿Cómo podía creer lo contrario? Y captó el mensaje.

-¿Donde están? ¿Que viste?- hablaba a gran velocidad y estaba listo para salir corriendo si era necesario.

-Cálmate. Fue extraño, tuve un flash de Alice cubriendo a Bella y terminó. Fue raro. Quizás no estén en Las Vegas, pero pueden estar cerca.- Entonces ocurrió de nuevo, escuché a Alice y a Rosalie cantando en sus cabezas la maldita canción de los piratas. -¡Saben dónde estamos! Tenemos que irnos ¡Ahora!- y sus voces desaparecieron de mi cabeza.

No habíamos pasado mucho tiempo en el hotel, por lo que nuestro auto seguía estacionado adelante. Nos metimos rápidamente y comencé a manejar hacia la avenida principal.

-¿A dónde vamos? ¿Sabes donde están, Edward?- Preguntó Jasper ansiosamente, pero aun no le entraba el pánico…

-Aun no. Debo estar lo suficientemente es como que si voy en una dirección las escucho, y si vamos para el otro lado no oigo nada. Saben que estamos en la Isla del Tesoro así que tenemos que movernos. ¿Alguna idea Emmett?- se veía seriamente sumido en sus pensamientos.

-Sí. Vamos a sentarnos a la zona de ESPN y miremos el partido. Podemos tomar cerveza y hacer apuestas y ver cuánto ganamos. De todas formas necesitamos dinero para la noche. La mayoría de los casinos tienen zonas de deportes, les tomara todo el día encontrarnos. ¿Qué le parece?- Emmett y cerveza, una mala combinación, pero divertida.

-Yo me sumo. ¿Jasper? ¿Estás listo para algunas apuestas?- Siendo fanático de las apuestas sabia que aceptaría sin dudar.

-Vamos. Aun si nos pescan, que importa. ¡No estábamos haciendo nada malo así que no podemos meternos en problemas!- El auto se llenó de entusiasmo.

Jasper venía a bordo. Se volvería loco en cuanto viera los juegos, las apuestas y carreras de caballos; y Emmett se embriagaría. Obviamente yo me concentraría en monitorear a las chicas y asegurarme de que ninguno fuera descubierto. Las chicas iban a jugar con nosotros y seria una larga noche.